EL ROCK CORPORATIVO CHUPA: EL ASCENSO Y LA CAÍDA DE LOS REGISTROS SST - RÚSTICA - LIBRO
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Una historia narrativa sin límites del sello icónico que trajo al mundo Black Flag, Hüsker Dü, Sonic Youth, Soundgarden y más, por el coautor de Haz lo que quieras y Mi daño.
Greg Ginn fundó SST Records en la tranquila ciudad costera de Hermosa Beach, California, para suministrar sintonizadores y transmisores a los entusiastas de la radioafición. Pero cuando Ginn quiso lanzar su banda, Black Flag, nadie estaba dispuesto a aceptarlos. Decidido a llevar su música a las masas, Ginn convirtió a SST en un sello discográfico. Tras las incesantes giras de Black Flag, el marketing de guerrilla y la negativa a dar marcha atrás, SST se convirtió en el sonido del underground.
En Corporate Rock Sucks, el periodista musical Jim Ruland relata la cruda historia de SST Records, desde su notable ascenso en notoriedad hasta su infame caída. Con discos de Black Flag, Minutemen, Hüsker Dü , Bad Brains, Sonic Youth, Dinosaur Jr, Screaming Trees, Soundgarden y decenas de bandas oscuras pero influyentes, SST era el sello independiente más popular a mediados de los 80, hasta un tsunami. de riesgos legales, peligros financieros y gestión disfuncional hicieron que el imperio se desplomara. A lo largo de esta investigación profunda, Ruland guía a los lectores a través de la tumultuosa historia y el catálogo épico de SST.
Con entrevistas nunca antes vistas con los ex empleados del sello, así como con músicos, managers, productores, fotógrafos, directores de video y jefes de sello, Corporate Rock Sucks presenta una historia narrativa definitiva de las escenas del punk y el rock alternativo de los años 80, y muestra cómo la industria de la música cambió para siempre.
Greg Ginn fundó SST Records en la tranquila ciudad costera de Hermosa Beach, California, para suministrar sintonizadores y transmisores a los entusiastas de la radioafición. Pero cuando Ginn quiso lanzar su banda, Black Flag, nadie estaba dispuesto a aceptarlos. Decidido a llevar su música a las masas, Ginn convirtió a SST en un sello discográfico. Tras las incesantes giras de Black Flag, el marketing de guerrilla y la negativa a dar marcha atrás, SST se convirtió en el sonido del underground.
En Corporate Rock Sucks, el periodista musical Jim Ruland relata la cruda historia de SST Records, desde su notable ascenso en notoriedad hasta su infame caída. Con discos de Black Flag, Minutemen, Hüsker Dü , Bad Brains, Sonic Youth, Dinosaur Jr, Screaming Trees, Soundgarden y decenas de bandas oscuras pero influyentes, SST era el sello independiente más popular a mediados de los 80, hasta un tsunami. de riesgos legales, peligros financieros y gestión disfuncional hicieron que el imperio se desplomara. A lo largo de esta investigación profunda, Ruland guía a los lectores a través de la tumultuosa historia y el catálogo épico de SST.
Con entrevistas nunca antes vistas con los ex empleados del sello, así como con músicos, managers, productores, fotógrafos, directores de video y jefes de sello, Corporate Rock Sucks presenta una historia narrativa definitiva de las escenas del punk y el rock alternativo de los años 80, y muestra cómo la industria de la música cambió para siempre.